6 de abril de 2025

La historia desconocida de una oficial de la Marina Mercante durante la Guerra de Malvinas

 “Creían que era la esposa de un veterano”

 

Marcia Marchesotti fue una de las pocas mujeres que participó de la guerra del Atlántico Sur, pero durante décadas prefirió el silencio. Su voz integra el libro “Malvinas, 40 años” (Editorial TAEDA), donde reconstruyó por primera vez su experiencia: lo que vivió, lo que calló y cómo fue cumplir con su deber a los 22 años, a bordo del buque Río Cincel.

 Florencia Illbele

Por Florencia Illbele   Infobae

 

                    Marcia Marchesotti a bordo del buque Río Cincel (Foto/Libro “Malvinas, 40 años". Editorial TAEDA)

“La lucha ahora es cuerpo a cuerpo”. La primer oficial escuchó esa frase y no pudo seguir transcribiendo los mensajes que recibía en código morse. Pensó en sus compañeros, aquellos con los que había compartido algunos días en el buque carguero Río Cincel, y sintió que no daba más. La cabina de radiocomunicaciones, esa que funcionó como un cable a tierra con lo que sucedía en las islas Malvinas durante el combate, de pronto se transformó en una jaula. Empujó la puerta y salió corriendo hacia su camarote. No tenía fuerzas para comunicar esa novedad al resto de la tripulación, como hacía a diario. Dos días después de aquel episodio, el general argentino Mario Benjamín Menéndez presentó la rendición ante el comandante de las fuerzas terrestres británicas Jeremy Moore.

Cuatro décadas más tarde, sentada en uno de los sillones del living de su departamento, ubicado en el barrio porteño de Villa Crespo, Marcia Marchesotti evoca aquella escena y todavía se le eriza la piel. El tono de su voz, grave y profundo, se agudiza. Cuando abro la cajita de los recuerdos de Malvinas me quiebro. Me cuesta mucho esa parte, dice la egresada de la Escuela de Náutica Manuel Belgrano, ahora abogada, que integra la lista de las 13 veteranas que participaron de la guerra, junto a Marta Beatriz Giménez, Graciela Liliana Gerónimo, Mariana Florinda Soneira, Olga Graciela Cáceres, Doris René West, Susana Maza, Silvia Barrera, María Marta Lemme, Norma Navarro, María Cecilia Richieri, María Angélica Sendes y María Liliana Colino.

Aunque argumente tener un perfil bajo, el silencio es la forma que encontró para no exponerse, para que cada uno de sus recuerdos quede inmaculado en su memoria. En 2022, su historia fue una de las 22 que se plasmaron en las páginas del libro “Malvinas, 40 años. Testimonios sobre la guerra del Atlántico Sur” (Editorial TAEDA). Allí se animó a hablar por primera vez de su antes, durante y después de Malvinas. A continuación, el reportaje que brindó a esta periodista.


Marcia vive en el barrio porteño de Villa Crespo (Foto/Fernando Calzada)

—¿Cómo era tu vida antes del 2 de abril de 1982?

—Para hablar del 2 de abril de 1982 necesito contextualizar. Nací en Capital Federal, pero me crie en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires, en el seno de una familia naval. Cursé el secundario en un colegio de monjas y, cuando egresé, me preparé para entrar como azafata a Aerolíneas Argentinas. Pero, en paralelo, salió el curso para mujeres de la Escuela Nacional de Náutica. “Una cosa es un trabajo y otra cosa es una carrera”, pensé y me anoté en la carrera de Radiocomunicaciones. Junto a otras mujeres, creo que éramos 16, integré                                                             la primera camada de cadetas que ingresó a la Escuela de Náutica. Tuvimos que abrir el camino porque antes era exclusivamente de hombres.

 

—¿Cómo fue allanar el terreno?

—Fue duro. Sabíamos que iba a ser así porque toda apertura de caminos implica sacrificios y adaptaciones. Hacer entender que éramos iguales fue una complicación: en un principio, no sabían cómo tratarnos. Si hacían diferencias era un problema, y, si nos equiparaban, también. Cuando nos decían: “Cuerpo a tierra”, nosotras íbamos a la par de los hombres y, por un lado, veías que no querían; pero, por el otro, controlaban que lo hiciéramos igual porque para eso estábamos. Además de construir baños, tuvieron que adaptarnos los uniformes porque la sastrería militar no tenía ropa para nosotras. En ese momento yo vivía en Ramos Mejía y la Escuela de Náutica quedaba en Retiro. Me acuerdo de que salía a la calle con el uniforme y me miraban: para muchos éramos cosa de locos. Pero no nos importó. Íbamos para adelante. Esos tres años en la Escuela de Náutica para mí fueron una experiencia imposible de superar. Fue, justamente, con base en lo vivido ese tiempo que no me costó en absoluto decidir si iba o no a Malvinas: fui de forma voluntaria.

Al recibir la noticia de la recuperación de las islas, ¿dónde estabas?

—Embarcada en el buque carguero Río Cincel. Íbamos rumbo a Estados Unidos y, el día anterior a la zarpada, nos llamó el capitán Juan Carlos Trivelín, comandante del buque, para decirnos que nuestro próximo destino era Malvinas. Había que llevar una carga de la Fuerza Aérea. También nos dijo que estábamos en plena libertad de desembarcar, que dependía de la decisión de cada uno. Se bajó una sola persona.

—¿Qué sentiste?

Una gran sorpresa y mucha responsabilidad. Así y todo nunca tuve un momento de duda. Ni siquiera me cuestioné el hecho de ir. “Es mi deber y punto”, pensé. Para eso había hecho la carrera en un instituto militar.

Marcia Marchesotti formó parte la primera camada de cadetas que ingresó a la Escuela de Náutica (Foto/Gentileza de la entrevistada)

 

—¿Tenías conocimiento de cuál era la situación en Malvinas?

Sí, se sabía. Nosotros zarpamos el 3 de abril. Recuerdo que nos apuraban porque venía el bloqueo británico. Además, llevamos pertrechos para prolongar la pista de aterrizaje de nuestros aviones de la Fuerza Aérea, máquinas viales, camiones de guerra, combustible para los aviones… Era evidente que algo iba a pasar. Así y todo fuimos sin escolta de buques militares.

—¿Cómo te despediste de tu familia?

Por suerte tuve tiempo para hacerlo. Lo más duro fue dejarles en claro que no iba a poder estar en contacto porque desde el momento en que zarpáramos del Puerto Buenos Aires entraríamos en silencio de radio. Como integrante del área de Comunicaciones, yo tenía bien claro que ni mi familia ni la de mis compañeros iban a tener noticias nuestras hasta que saliéramos de la zona de conflicto y eso era lo que podía poner más difícil la cosa: el no saber absolutamente nada. De todas formas, mi papá era almirante y, por el cargo que tenía, sabía dónde estábamos.

—¿Cuál fue tu rol en el buque?

Cuando embarqué estaba en mi último año de práctica: a finales de 1982 me recibía. Mi rol era de “pilotina” e iba a ser el segundo viaje que hacía en ese puesto, pero, para ir a Malvinas, me habilitaron como primer oficial. ¿Por qué? Porque cuando vos vas como estudiante, como “pilotín”, informás a un superior. En este caso, como había que hacer guardia las 24 horas, necesitaban dos oficiales. Entonces, me habilitaron con ese puesto solo por ese viaje.

Te dieron más responsabilidad…

2 de abril de 2025

Temporada alta de Malvinas 2025

Malvinas es la lucha entre la fuerza del derecho y el "derecho" de la fuerza.

 

Comentarios: Sigo desde hace varios años la cuenta del Dr. Facundo Rodríguez en Twitter y ahora en “X”.

Siempre va publicando datos obtenidos de distintas fuentes y en cada ocasión le salen a cruzar diferentes cuentas inglesas, demostrando que molesta sus opiniones o la publicación de archivos que demuestran la usurpación inglesa de Nuestras Islas Malvinas.

A continuación copio su ultimo posteo en “X” donde nos recuerda datos que siempre deberíamos tenerlos presentes.

Imagino que lo van a compartir.

Al final de la nota los enlaces correspondientes

Facundo Rodriguez @FacundoDRod Abogado (UBA) - Derecho Internacional - Magister en RR.II. (UBA) - Docente -

 

Esta semana empieza lo que suelo llamar "temporada alta de Malvinas". Los medios masivos -y no especializados- de comunicación le dedican, por 1era y única vez en el año, un tiempo a #Malvinas . Lo hacen desde distintos ángulos pero centrándose únicamente en el conflicto armado.

 

                                  Imagen copiada de la publicación en Twitter
 

Esto está mal? Por supuesto que no! Al menos, una vez al año, se acuerdan de nuestros Héroes. Lo que está mal es que para ellos Malvinas sea solo una efemérides en donde, a través de lugares comunes y trillados, se aprovechan de una causa nacional para generar interacciones.

29 de marzo de 2025

Desregulación y promoción del Transporte Marítimo y Fluvial

Porque deberíamos trabajar en nuestro Territorio Nacional, con las inexistentes leyes laborales de otras naciones y litigar? en esos distantes países.

Los trabajadores argentinos estamos siendo despojados de nuestros derechos.

Con un Decreto modifican todo tipo de leyes e incluso vulneran derechos establecidos en la Constitución Nacional. (*)

¿Nuestros? angurrientos Armadores buscan su tajada, olvidando que con el 1772/91 ellos también desaparecieron. Ahora es como que buscan alguna garantía y se lo van a dar por un tiempo y luego lo corrigen con otro Decreto, ya que los verdaderos destinatarios son los Grandes Exportadores/Importadores.

 

“Lo que aquí se impulsa es la apertura de los registros de buques y extranjerización de tripulaciones, a contramano del mundo, porque este modelo, está siendo cuestionado en la UNCTAD – ONU por sus efectos nocivos en cuestiones ambientales y laborales en todo el mundo”. (1)

 

Aclaraciones:

Se suprimió párrafos en todos los artículos buscando dejar la idea principal.

Los comentarios están subrayados y resaltados.

Falta la opinión de los abogados pero en principio es fácil interpretar los efectos del Decreto que incluye pasar por encima no solo numerosas leyes, sino también la Constitución, por ejemplo al ignorar los derechos enumerados en el Artículo 14 bis.

 

Artículo 14 bis.- El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor, jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.

 

CAPÍTULO I – NAVEGACIÓN POR AGUA SERVICIO ESENCIAL Y BOLSA DEL TRABAJO

ARTÍCULO 1°.- Declárese como servicio esencial la navegación…

 

ARTÍCULO 2°.- Sustitúyese el artículo 24 de la Ley N° 25.877 por el siguiente:

“ARTÍCULO 24.-…en el caso de los servicios esenciales, en ningún caso podrá negociar o imponer a las partes una cobertura menor al SETENTA Y CINCO POR CIENTO (75%) de la prestación normal del servicio de que se tratare.

En el caso de las actividades o servicios de importancia trascendental, en ningún caso se podrá negociar o imponer a las partes una cobertura menor al CINCUENTA POR CIENTO (50%).

 

Se considerarán servicios esenciales …:

e. servicios aduaneros y migratorios, y demás vinculados al comercio exterior; y

g.- Transporte marítimo, fluvial, terrestre y subterráneo de personas y/o mercaderías y/o carga, servicios conexos y operaciones costa afuera, a través de los distintos medios que se utilicen para tal fin;

Se consideran actividades de importancia trascendental las siguientes:

g. La producción de bienes y/o servicios de toda actividad, que estuvieran afectados a compromisos de exportación.

 

Esos porcentajes y la amplitud de servicios incluidos significan la eliminación del Derecho de Huelga.

 

ARTÍCULO 3°.- El empleador podrá contratar a la persona sugerida y/o a cualquier otra que disponga.

Queda derogada toda norma que se oponga al presente artículo y/o a la libertad de contratación y elección del personal por parte del empleador.

 

CAPÍTULO II - RÉGIMEN DE EXCEPCIÓN DE LA MARINA MERCANTE NACIONAL

ARTÍCULO 4º.- Los propietarios y/o armadores inscriptos en el REGISTRO NACIONAL DE ARMADORES creado por la Ley N° 27.419 podrán solicitar el cese de bandera provisorio a la Prefectura Naval Argentina de los buques o artefactos navales inscriptos o que se inscriban en la matrícula nacional que operen bajo su explotación y destinados a la navegación comercial, para su inscripción en registros extranjeros.

Quedan excluidos del presente régimen los buques o artefactos navales afectados a la pesca.

 

ARTÍCULO 5º.- La solicitud de cese de bandera se hará ante el REGISTRO NACIONAL DE BUQUES dependiente de la PREFECTURA NAVAL ARGENTINA…

Este cese de bandera operara como una suspensión transitoria del registro del buque o artefacto naval en la matricula nacional…

El reingreso a la matrícula nacional se producirá de modo automático a la finalización del periodo de suspensión otorgado o en cualquier momento antes de esa fecha al sólo requerimiento del propietario y/o armador…

 

ARTÍCULO 6º.- El REGISTRO NACIONAL DE BUQUES extenderá el correspondiente certificado de cese de bandera provisorio por DIEZ (10) años a efectos de su inscripción en otros registros...

 

ARTÍCULO 7°.- El propietario y/o armador del buque o artefacto naval podrá reincorporar la unidad a la matrícula nacional, en cualquier momento…

 

ARTÍCULO 8º.- Otórgase el tratamiento de bandera nacional a todos los fines de la navegación, comunicación y comercio, de cabotaje e internacional, a los buques y artefactos navales que hayan optado por el cese de bandera dispuesto en el artículo 4°…

 

ARTÍCULO 9°.- Los buques y artefactos navales que se encuentren amparados por el régimen de excepción del presente capítulo se considerarán inscriptos en la matrícula nacional a todos los efectos del Decreto-Ley 19.492/44 …

 

ARTÍCULO 10.- Los buques y artefactos navales que se encuentren amparados por este régimen deberán ser tripulados por personal argentino o extranjero residente… Si se demostrare la falta de disponibilidad de tripulantes idóneos argentinos, se podrá habilitar el embarque de personal extranjero que acredite la idoneidad requerida, hasta tanto exista personal argentino o extranjero con residencia disponible, conforme las exigencias de la bandera del buque…

Es decir para todos los efectos las exigencias de la bandera del buque extranjero están por encima de las normativas nacionales.

 

ARTÍCULO 11.- Este articulo es para quienes están navegando en un buque con matricula nacional…

Determinado el cese de bandera de un buque inscripto en la matrícula nacional, respecto de su contrato de ajuste, el tripulante podrá:

a) solicitar licencia sin goce de haberes hasta la reincorporación del buque a matrícula nacional o,

b) acogerse al régimen de indemnización previsto por el artículo 645 de la Ley N° 20.094 o,

 c) negociar, junto con el armador, los efectos y consecuencias de la extinción del contrato.        

Artículo 645. Todo individuo de la tripulación despedido sin causa legítima tendrá derecho a ser indemnizado.

En el caso que el buque esté afectado a la navegación portuaria o de cabotaje marítimo o fluvial, la indemnización será siempre 10 (diez) días de salario básico.